09 abril 2016

ATREVERSE A SOÑAR vs. LUCHAR POR SOBREVIVIR

freeimages/JustineFurmanczyk
   El jueves en el ascensor de la universidad me encontré con una compañera de clase. Sus ojos negros brillaban increíblemente en la tenue luz del ascensor. La conocí en una clase de GENOGRAMA FAMILIAR donde nos contó su genograma. Tuvo una vida dura. Pero no fueron los hechos de su vida lo que más me impresionó. Lo que más me impresionó fue como contaba su vida y la transformación que hizo.

   Desde muy, muy pequeña esta mujer se encontró con serias dificultades: problemas familiares, problemas de salud, problemas de dinero... Sin querer extenderme, contó que estando en el colegio estuvo tan enferma que estuvo en una silla de ruedas por mucho tiempo. Se recuperó y gracias a la ayuda de una compañera de clase que la protegió del desprecio de otros y así pudo sentirse mejor en el colegio.  El primer año en la universidad, sus padres abandonaron a sus hermanos pequeños. Para que el departamento de familia y bienestar social no los repartieran, dejó la universidad, cogió a sus hermanos y los cuidó a escondidas. Necesitaba un lugar donde estar hasta que encontrara un trabajo y una vivienda, y unos amigos los alojaron. De esta manera impidió que los hermanitos estuvieran separados en distintas familias de acogida. 

  Y en este punto de su camino, hubo un cambio personal. Un cambio que se reflejaba en su discurso y en cómo se desarrolló su vida después. Esta fue su gran transformación. En vez de encontrarse con adversidades y superarlas, aprendió a tener deseos. Se atrevió a soñar y hacer realidad sus sueños.

   Esta mujer aprendió de bien pequeña a vencer las dificultades que la vida le presentaba. ¡Y de qué manera! Con este aprendizaje y cambiando de registro, desando cosas positivas para su vida y pidiéndolas a Dios o al Universo, puso toda la energía en alcanzar sus sueños en vez de vencer dificultades.

  Durante el viaje en el ascensor le dije cómo me acuerdo de ella y de su genograma familiar. Nos dimos un abrazo cuando nos despedimos y nos deseamos buena suerte. Escribiendo este post, recordándo a esta mujer y su historia, los ojos se me llenaron de lágrimas.


 Este cuento me pareció apropiado para este relato y espero que os guste.

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