Este lunes fui a recoger al hijo de una amiga a la escuela. El barrio donde viven es muy bonito y el camino de la escuela a su casa es corto, sin tráfico y muy agradable. Puede que andando sean diez o quince minutos. No obstante es quizás un largo camino para un niño de seis años después de un largo día en la escuela. Así que para hacer el camino más fácil el niño va en scooter.
Ese fin de semana, habían cambiado la hora o sea que el camino de vuelta era más oscuro que la semana anterior. Además eran las seis de la tarde, bastante tarde para un niño de seis años con un montón de actividades extra-escolares. Lógicamente estaba muy cansado. Primero atravesamos el parque, después cruzamos la avenida y seguidamente empezamos a subir por la calle que llega a su casa. Es una pequeña cuesta con aceras grandes y pocos coches. Cuando casi estábamos en la cima de la cuesta, el niño se paró y me dijo que estaba muy cansado para continuar. Yo respiré profundamente para meditar lo que iba a decirle y finalmente le respondí.
-¿Sabes? Las cuestas son siempre un desafío. A veces nos cuesta llegar al final porque estamos cansados. Pero cuando hemos llegado a la cima, miramos atrás y vemos el camino que hemos recorrido nos sentimos realmente bien. Nos sentimos orgullosos de haber logrado alcanzar la meta que nos habíamos propuesto.
-El niño miró atrás en silencio y dijo: Y podemos disfrutar de unas vistas muy bonitas.
-¿Sabes? Las cuestas son siempre un desafío. A veces nos cuesta llegar al final porque estamos cansados. Pero cuando hemos llegado a la cima, miramos atrás y vemos el camino que hemos recorrido nos sentimos realmente bien. Nos sentimos orgullosos de haber logrado alcanzar la meta que nos habíamos propuesto.
-El niño miró atrás en silencio y dijo: Y podemos disfrutar de unas vistas muy bonitas.
Me quedé muda. ¡Cuántas veces he logrado metas y después simplemente he disfrutado los logros y me he olvidado de disfrutar las vistas! Le agradecí profundamente su comentario. El niño se olvidó de que estaba cansado y llegamos a su casa los dos con un ánimo estupendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Compartir las experiencias, es crecer. Gracias por compARTir.